Equipo de presonas

¡Muchachos: ustedes son un gran team!

A veces da la impresión de que algunos empresarios y gerentes en vez de dirigir a un conjunto de profesionales, arengan la hinchada de un club de fútbol en el estadio.

A veces da la impresión de que repitiendo hasta el infinito: somos un team, somos un equipo, tenemos que trabajar en team, alcanza para ser un gran líder.

A veces da la impresión de que la palabra «equipo» es la palabra más vacía de todo el vocabulario que se utiliza en la comunicación empresarial.

Un agradecimiento especial a Enrique Baliño, (@ebalino) que nos enseñó a trabajar en equipo y de cuya autoría son las características del TeamPlayer.

¡Tenemos que trabajar en equipo!

Antes de decidir si hay o no que trabajar en equipo, hay que ponerse de acuerdo en que significa trabajar en equipo. Podemos decir que un conjunto de personas constituyen un equipo cuando el resultado de su trabajo es mayor o más significativo que la suma de lo que cada uno alcanzaría individualmente.

Y esta definición trae ya algunos corolarios interesantes. El primero: para trabajar en equipo no alcanza con tener buena onda, ir a los asados que organizan los compañeros, ni a los happy hour de los viernes. Es más, ni siquiera es lo esencial.

El segundo: el trabajo en equipo se puede medir por los resultados. Claro que el concepto de suma utilizado en este caso es abstracto, pero lo que importa es que trabajar en equipo no es una forma específica de trabajo o de organización. Trabajo en equipo es organizarse para obtener más y mejores resultados.

El último corolario es importante en lo que respecta a cada uno de los que participa en el equipo: si el resultado es mayor, es posible que el beneficio (en el sentido más amplio posible para esta palabra) sea mayor para todos y cada uno de los integrantes del equipo. Puede haber distribución no equitativa de los resultados, y es una de las tareas fundamentales del líder evitar que esto suceda. Pero el punto importante es que también para cada uno de los individuos que participa en un equipo, el potencial es mayor en el equipo que fuera de él. Dicho de otra forma, si yo consigo que 1+1 sea 3, tengo una gran chance de quedarme con 1 y 1/2, y esa es una perspectiva tan buena para mi como individuo como para el equipo como grupo.

¡Hay que ser TeamPlayer!

Parecería ser que un TeamPlayer, un individuo que juega en y para el equipo, es alguien que tiene buena onda y está siempre dispuesto a ayudar a los demás. Sin duda alguien así tiene una actitud elogiable, y probablemente contribuya mucho con el equipo a partir de su buena actitud. Pero las características que definen al TeamPlayer están en un lugar completamente distinto.

Ser competente

La primera, y tal vez la más importante de las características de un TeamPlayer es ser competente, es decir, cumplir a cabalidad con sus tareas y responsabilidades.

Pocas veces se pone foco en este punto de vista. Si llevamos al límite la idea de ayudar a los demás vamos a tener un equipo donde nadie completa su trabajo y en cambio hace la tarea de otro. La actitud de colaboración es imprescindible, porque la mejor planificación es apenas una foto borrosa y en blanco y negro de la realidad, y es por lo tanto imposible describir con precisión las tareas de cada uno de los miembros del equipo. Es necesario una actitud en cada uno de ellos de abarcar más allá de la lista de tareas asignadas, para poder encarar todas y cada una de las situaciones no previstas que se presenten.

Sin embargo, la esencia del trabajo en equipo implica resolver mis tareas y mis responsabilidades, y no las de otros. Un equipo donde cada uno cumple a cabalidad con sus obligaciones, tiene gran chance de ser exitoso.

Ser sincero

Si partimos de la base de un equipo donde cada miembro es competente y realiza sus tareas, entonces la segunda característica surge de la comunicación entre los integrantes y hacia afuera del equipo. El requisito esencial para cada integrante del equipo en lo que a comunicación se refiere es la sinceridad.

Hay una lista muy larga de atributos que ayudan enormemente a la comunicación tanto interna como externa en lo que al equipo respecta, pero ninguno de estos atributos tiene valor alguno si se carece de sinceridad.

Un verdadero TeamPlayer dice lo que sabe, siente y cree, por más duro que sea, por más opuesto a lo que en este instante parece razonable, por más negativas que parezcan ser las consecuencias.

Un TeamPlayer que no es sincero, compromete al grupo al obligarlo a tomar decisiones equivocadas, por partir de información incorrecta, y esa es sin duda una actitud imperdonable.

Ser Justo

Si la vida nos proveyera de todos los datos necesarios para tomar cada decisión, entonces no solo sería más fácil, sino extremadamente aburrida.

En la empresa, como en la vida, nos vemos obligados a tomar decisiones a cada instante, y no es posible juntar todas las evidencias necesarias antes de actuar en cada caso. Es más, los datos son muchas veces no solo parciales sino contradictorios. Quien integra un equipo también tendrá que tomar decisiones, y para ser un verdadero TeamPlayer deberá hacerlo con la mayor justicia posible, entendiendo justicia en el sentido de ponderación, equilibrio y profesionalismo.

No es para nada fácil ser justo, y no está demás decir que ser justo no es no cometer errores. No comete errores quien nada hace, tal como reza el viejo refrán. Ser justo es no hacer las cosas mal cuando sabemos que las estamos haciendo mal.

Quien consiga reunir las tres características, competencia, sinceridad y justicia, será bienvenido en todos los equipos, ya sea introvertido o extrovertido, sepa o no contar chistes, vaya o no vaya a los asados.

¡Estamos todos en el mismo barco!

Mucho se ha escrito sobre los equipos y sus líderes desde todos los puntos de vista. Tal vez sea el tema más desarrollado en la literatura empresarial. Sin embargo, la experiencia empresarial de cada uno de nosotros muestra que mucha de esa tinta ha corrido en vano. Y la insistencia cargosa en las mismas frases no arregla los problemas.

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La genialidad del gran Quino, vaya aquí nuestro homenaje.



Es cierto, quienes trabajamos en una misma empresa estamos en un mismo barco. Pero para decir que trabajamos en equipo no alcanza con estar en el mismo barco, es necesario que rememos todos para el mismo lado. Y la analogía va al corazón de la definición de equipo que hacíamos al principio.

Para completar la analogía, no es en vano que los equipos de remo de competición agregan un timonel, alguien que fija el ritmo, que sincroniza, que alienta al que se queda, para que el barco avance de forma precisa, a la mayor velocidad posible. Y ese es el rol del líder del equipo, no se trata de arengar, de empujar, sino marcar el rumbo, el ritmo y llevar el timón.